Desde temprano, la comunidad participó de las distintas actividades religiosas programadas. La jornada se inició a las 6 con la misa de hombres y, a media mañana, se realizaron el repique de campanas y el izamiento del Pabellón Nacional frente a la basílica.

Por la tarde, la concentración de fieles se dio a las 15 en la basílica Nuestra Señora de Aránzazu para iniciar la tradicional procesión por las calles de la ciudad. La caminata de fe comenzó a las 15:30 y convocó a una multitud que acompañó a la imagen de la patrona de Victoria, en un clima de devoción y fervor religioso.
Instituciones educativas, organismos oficiales, fuerzas de seguridad y vecinos de distintos barrios participaron activamente de la procesión, que marcó el momento central de la celebración.
Las actividades seguirán a las 18 con la misa patronal, presidida por el obispo de Gualeguaychú, Monseñor Héctor Zordán.

La advocación mariana, de origen vasco, fue traída a la región por el fundador de la ciudad, don Salvador Joaquín de Ezpeleta, y se convirtió en un emblema de identidad para la denominada “ciudad de las Siete Colinas”. Fuente: El Once