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En medio de una preocupante bajante de los ríos que abastecen la región, Victoria, Entre Ríos, enfrenta una situación crítica según expertos del Instituto Nacional del Agua (INA). El experto, Juan Borus, describe una escasez alarmante de precipitaciones en la cuenca del Plata durante las últimas semanas. “Prácticamente no hubo eventos significativos en los 3.150.000 km2 de la cuenca, lo que agrava la situación de bajante iniciada este mes y que se espera persista al menos durante el invierno”, explica Borus.
La bajante actual, aunque no alcanza los niveles históricos de 2020, presenta un descenso gradual y constante de los niveles fluviales. “Estamos oscilando alrededor de los tres metros por encima de los mínimos históricos, lo que implica aguas medias pero con una tendencia descendente”, detalla el experto. Esta realidad plantea dos grandes incógnitas para los gestores de recursos hídricos locales: la duración prolongada de la bajante y la posibilidad de alcanzar niveles críticos similares a los experimentados en el pasado.
La influencia del fenómeno climático La Niña ha exacerbado la situación, concentrando la escasez principalmente en la mitad norte de la cuenca del Paraná. “Aunque La Niña no explica todo, su efecto en la reducción de precipitaciones es significativo para nuestra región”, aclara Borus. Esta realidad impulsa a las autoridades locales a reforzar medidas de adaptación no estructurales, como la mejora en las prácticas de ordenamiento territorial y la gestión coordinada de emergencias.
El panorama futuro para Victoria y sus comunidades ribereñas dependerá en gran medida de la capacidad de adaptación y anticipación frente a estos cambios climáticos cada vez más marcados. “Es crucial mantener una vigilancia constante y actualizar los planes de contingencia en respuesta a la variabilidad climática intensificada que estamos experimentando”, concluye Borus.
La situación hídrica en Victoria sugiere la necesidad de estrategias adaptativas y una gestión eficiente de los recursos hídricos, orientadas a mitigar los impactos de las sequías prolongadas y a prepararse para posibles inundaciones repentinas. Fuente: lt39noticias